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Desde sensores y drones hasta ordenadores y robots, han surgido innumerables formas de mejorar la eficiencia y la calidad dentro del sector.

forman parte del ADN de la horticultura

Los avances tecnológicos

¿Cómo ha moldeado la historia el sector de la horticultura tal y como lo conocemos? Entre en esta máquina del tiempo imaginaria y déjese llevar por los avances más importantes del sector hortícola.

La tecnología y la horticultura pueden parecer dos mundos separados, pero están muy entrelazados, ya que la horticultura actuó como catalizador de avances tecnológicos que hoy a menudo damos por sentados.

Una cronología creciente

Los avances tecnológicos en el sector de la horticultura se han sucedido con rapidez en las últimas décadas. Desde sensores y drones hasta ordenadores y robots, han surgido innumerables formas de mejorar la eficiencia y la calidad dentro del sector. Estas tecnologías han permitido controlar, medir y optimizar los factores climáticos, fomentando la automatización del trabajo y reduciendo los costes. Además, la calidad general de los productos vegetales ha recibido un gran impulso, cambiando nuestras expectativas de lo que es posible. La industria siempre ha estado y seguirá estando en movimiento, abordando ahora temas como la sostenibilidad y la escasez de mano de obra. Por encima de todo, estos avances tecnológicos demuestran la capacidad de adaptación del sector hortícola, en apoyo de tiempos y valores cambiantes. Es un caldo de cultivo para mentes visionarias que miran al futuro y resuelven problemas en el presente.

Decisiones basadas en datos

Uno de los avances más recientes en el sector hortícola es el uso de la tecnología de datos. La tecnología de datos permite a los horticultores optimizar sus procesos y responder mejor a las demandas cambiantes. Por ejemplo, hace tiempo que se utilizan drones para vigilar flores y plantas. Utilizan cámaras para evaluar el crecimiento y la salud de las plantas, detectando hasta las más mínimas irregularidades mediante imágenes UV. Un informe de PwC muestra que el uso de drones puede reducir los costes de inspección entre un 50% y un 80%. Mediante el uso de sensores que recogen datos sobre factores como la temperatura, la humedad y la humedad del suelo, los agricultores pueden obtener información precisa y en tiempo real sobre las condiciones de crecimiento de sus cultivos. Los algoritmos analizan estos datos y proporcionan al agricultor información crucial sobre los tiempos de riego o los periodos de fertilización sugeridos. La recopilación y el análisis de estos datos pueden mejorar la calidad y el rendimiento de las plantas y reducir el derroche de agua y energía. La tecnología de datos también permite a los agricultores comprender mejor las demandas del mercado. Analizando los datos de ventas anteriores, las tendencias y los factores externos, pueden hacerse previsiones precisas.

El regadío en el Antiguo Egipto

Ya en el Antiguo Egipto, hacia el 3100 a.C., se crearon embalses y canales de riego para dirigir el agua del río Nilo a los campos de cultivo. Antes sólo el 4% de la tierra era apta para la agricultura, pero pronto muchas más personas pudieron cultivar sus propias cosechas, lo que contribuyó al desarrollo de los imperios, el comercio y la prosperidad. La capacidad de controlar y dirigir el agua fue la base de la evolución de numerosos sistemas de irrigación, como el riego por goteo, el riego por aspersión y la subirrigación. El uso eficaz del agua sigue siendo importante hoy en día, y cada vez lo es más, con periodos prolongados de sequía que afectan a nuevas regiones de todo el mundo, y unos costes del agua en constante aumento.

El uso de la robótica no sólo ayuda a los productores, sino que también reduce la brecha en el ajustado mercado laboral. Es una inversión fuerte, pero que puede ofrecer muchos beneficios a corto y largo plazo.

Nuevas propiedades para un sinfín de variedades

La ingeniería genética ha sido objeto de investigación durante décadas, en las que los científicos han tratado de mejorar los rasgos deseables de las plantas, como la resistencia a las enfermedades, los hábitos de crecimiento y el color de las flores. Se han desarrollado muchas nuevas variedades de flores y plantas para que crezcan y florezcan durante más tiempo, mientras que la mejora mediante ingeniería genética ha permitido crear nuevas variedades de plantas ornamentales. El valor de esta tecnología va mucho más allá de los beneficios que proporciona al productor. En los últimos 5 años, los expertos en ingeniería genética han puesto sus miras en el desarrollo de plantas que absorban más carbono en sus raíces para purificar el aire. Todas estas innovaciones contribuyen a aumentar la oferta de flores y plantas sanas, bellas e incluso útiles que están a disposición de personas de todo el mundo.

Robots al rescate

En la década de 1970 se hicieron grandes progresos con la introducción de ordenadores para optimizar el control climático en los invernaderos. Los ordenadores podían controlar con precisión la temperatura, la humedad, la luz y otros parámetros, y ajustarlos cuando fuera necesario. Este avance revolucionario eliminó gran parte del trabajo del productor y allanó el camino para nuevos avances tecnológicos. Éstos llegaron, por ejemplo, en forma de robots, que podían encargarse de tareas como podar las plantas y recoger las cosechas. El uso de la robótica no sólo ayuda a los productores, sino que también reduce la brecha en el ajustado mercado laboral. Es una inversión fuerte, pero que puede ofrecer muchos beneficios a corto y largo plazo.

La capacidad de controlar y dirigir el agua fue la base de la evolución de numerosos sistemas de irrigación, como el riego por goteo, el riego por aspersión y la subirrigación.

Por amor a los pepinos

Los invernaderos se han utilizado para cultivar hortalizas desde el principio de la era cristiana. El emperador romano Tiberio César Augusto fue uno de los primeros en utilizar este método de cultivo. Impulsado por su afición a los pepinos, que consumía durante todo el año, construyó un invernadero sobre ruedas hecho de losas de selenita transparente colocadas en paneles de madera. Los avances continuaron, pero fueron escasos y espaciados. En el siglo XVII, los invernaderos se convirtieron en un símbolo de estatus de la era victoriana. Los monarcas, nobles y ricos comerciantes del Imperio Británico en expansión querían cultivar plantas exóticas recogidas en tierras remotas, desafiando el sombrío clima británico. Estos "invernaderos victorianos" se calentaban manualmente quemando carbón en el interior de la estructura. No fue hasta el siglo XX cuando se introdujeron en los invernaderos sistemas de calefacción, ventilación automática y riego, que automatizaron gran parte del trabajo del productor.

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Una cronología creciente

Los avances tecnológicos en el sector de la horticultura se han sucedido con rapidez en las últimas décadas. Desde sensores y drones hasta ordenadores y robots, han surgido innumerables formas de mejorar la eficiencia y la calidad dentro del sector. Estas tecnologías han permitido controlar, medir y optimizar los factores climáticos, fomentando la automatización del trabajo y reduciendo los costes. Además, la calidad general de los productos vegetales ha recibido un gran impulso, cambiando nuestras expectativas de lo que es posible. La industria siempre ha estado y seguirá estando en movimiento, abordando ahora temas como la sostenibilidad y la escasez de mano de obra. Por encima de todo, estos avances tecnológicos demuestran la capacidad de adaptación del sector hortícola, en apoyo de tiempos y valores cambiantes. Es un caldo de cultivo para mentes visionarias que miran al futuro y resuelven problemas en el presente.

Desde sensores y drones hasta ordenadores y robots, han surgido innumerables formas de mejorar la eficiencia y la calidad dentro del sector.

Decisiones basadas en datos

Uno de los avances más recientes en el sector hortícola es el uso de la tecnología de datos. La tecnología de datos permite a los horticultores optimizar sus procesos y responder mejor a las demandas cambiantes. Por ejemplo, hace tiempo que se utilizan drones para vigilar flores y plantas. Utilizan cámaras para evaluar el crecimiento y la salud de las plantas, detectando hasta las más mínimas irregularidades mediante imágenes UV. Un informe de PwC muestra que el uso de drones puede reducir los costes de inspección entre un 50% y un 80%. Mediante el uso de sensores que recogen datos sobre factores como la temperatura, la humedad y la humedad del suelo, los agricultores pueden obtener información precisa y en tiempo real sobre las condiciones de crecimiento de sus cultivos. Los algoritmos analizan estos datos y proporcionan al agricultor información crucial sobre los tiempos de riego o los periodos de fertilización sugeridos. La recopilación y el análisis de estos datos pueden mejorar la calidad y el rendimiento de las plantas y reducir el derroche de agua y energía. La tecnología de datos también permite a los agricultores comprender mejor las demandas del mercado. Analizando los datos de ventas anteriores, las tendencias y los factores externos, pueden hacerse previsiones precisas.

Robots al rescate

En la década de 1970 se hicieron grandes progresos con la introducción de ordenadores para optimizar el control climático en los invernaderos. Los ordenadores podían controlar con precisión la temperatura, la humedad, la luz y otros parámetros, y ajustarlos cuando fuera necesario. Este avance revolucionario eliminó gran parte del trabajo del productor y allanó el camino para nuevos avances tecnológicos. Éstos llegaron, por ejemplo, en forma de robots, que podían encargarse de tareas como podar las plantas y recoger las cosechas. El uso de la robótica no sólo ayuda a los productores, sino que también reduce la brecha en el ajustado mercado laboral. Es una inversión fuerte, pero que puede ofrecer muchos beneficios a corto y largo plazo.

El uso de la robótica no sólo ayuda a los productores, sino que también reduce la brecha en el ajustado mercado laboral. Es una inversión fuerte, pero que puede ofrecer muchos beneficios a corto y largo plazo.

Nuevas propiedades para un sinfín de variedades

La ingeniería genética ha sido objeto de investigación durante décadas, en las que los científicos han tratado de mejorar los rasgos deseables de las plantas, como la resistencia a las enfermedades, los hábitos de crecimiento y el color de las flores. Se han desarrollado muchas nuevas variedades de flores y plantas para que crezcan y florezcan durante más tiempo, mientras que la mejora mediante ingeniería genética ha permitido crear nuevas variedades de plantas ornamentales. El valor de esta tecnología va mucho más allá de los beneficios que proporciona al productor. En los últimos 5 años, los expertos en ingeniería genética han puesto sus miras en el desarrollo de plantas que absorban más carbono en sus raíces para purificar el aire. Todas estas innovaciones contribuyen a aumentar la oferta de flores y plantas sanas, bellas e incluso útiles que están a disposición de personas de todo el mundo.

Por amor a los pepinos

Los invernaderos se han utilizado para cultivar hortalizas desde el principio de la era cristiana. El emperador romano Tiberio César Augusto fue uno de los primeros en utilizar este método de cultivo. Impulsado por su afición a los pepinos, que consumía durante todo el año, construyó un invernadero sobre ruedas hecho de losas de selenita transparente colocadas en paneles de madera. Los avances continuaron, pero fueron escasos y espaciados. En el siglo XVII, los invernaderos se convirtieron en un símbolo de estatus de la era victoriana. Los monarcas, nobles y ricos comerciantes del Imperio Británico en expansión querían cultivar plantas exóticas recogidas en tierras remotas, desafiando el sombrío clima británico. Estos "invernaderos victorianos" se calentaban manualmente quemando carbón en el interior de la estructura. No fue hasta el siglo XX cuando se introdujeron en los invernaderos sistemas de calefacción, ventilación automática y riego, que automatizaron gran parte del trabajo del productor.

La capacidad de controlar y dirigir el agua fue la base de la evolución de numerosos sistemas de irrigación, como el riego por goteo, el riego por aspersión y la subirrigación.

El regadío en el Antiguo Egipto

Ya en el Antiguo Egipto, hacia el 3100 a.C., se crearon embalses y canales de riego para dirigir el agua del río Nilo a los campos de cultivo. Antes sólo el 4% de la tierra era apta para la agricultura, pero pronto muchas más personas pudieron cultivar sus propias cosechas, lo que contribuyó al desarrollo de los imperios, el comercio y la prosperidad. La capacidad de controlar y dirigir el agua fue la base de la evolución de numerosos sistemas de irrigación, como el riego por goteo, el riego por aspersión y la subirrigación. El uso eficaz del agua sigue siendo importante hoy en día, y cada vez lo es más, con periodos prolongados de sequía que afectan a nuevas regiones de todo el mundo, y unos costes del agua en constante aumento.

¿Cómo ha moldeado la historia el sector de la horticultura tal y como lo conocemos? Entre en esta máquina del tiempo imaginaria y déjese llevar por los avances más importantes del sector hortícola.

La tecnología y la horticultura pueden parecer dos mundos separados, pero están muy entrelazados, ya que la horticultura actuó como catalizador de avances tecnológicos que hoy a menudo damos por sentados.

forman parte del ADN de la horticultura

Los avances tecnológicos