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En su centro de producción de Heerlen, ICL produce fertilizantes de liberación controlada. Aquí, las materias primas se transforman en fertilizantes de alta calidad, valorados por cultivadores, responsables de céspedes y jardineros paisajistas de todo el mundo. 

Y es por una buena razón: Ningún producto sale de las instalaciones sin que un equipo de expertos haya realizado controles de calidad exhaustivos, tanto en el laboratorio como en el centro de producción. Leo Bouwels es el coordinador de mezclas y envasado y lleva 23 años en ICL. Él y su equipo se encargan de controlar la calidad de los fertilizantes de ICL a diario.

 

La mezcla justa de gránulos de fertilizante

Una de las principales responsabilidades del coordinador de mezclas y envasado es asegurarse de que se utilizan los materiales adecuados y evaluar la calidad de los productos. Cada día, Leo y su equipo vigilan el proceso de producción para garantizar la alta calidad de los productos. Leo: «La unidad SoftBlend mezcla los diversos tipos de gránulos de fertilizante. Como estos gránulos pueden reaccionar entre ellos, es importante usar los productos correctos en cada mezcla».

Sin profesionales
no hay calidad

Operador de planta

“La unidad SoftBlend mezcla los diversos tipos de gránulos de fertilizante”


Las personas adecuadas en el lugar preciso

Cumplir las expectativas del cliente

Siempre atentos a la calidad

La rutina diaria en el centro de producción

Cuando se trata de asegurar la calidad, mantener unos productos con una alta calidad constante requiere una estrategia constante, día tras día. Por eso, ICL invierte mucho en sus empleados y en formación. Cada puesto del centro de producción tiene sus propias instrucciones. Los empleados nuevos aprenden sobre nuestras actividades operativas, procedimientos ISO y normas de prevención de riesgos laborales en cursos impartidos internamente. Leo explica: «Los empleados nuevos empiezan a trabajar de inmediato, pero siempre van acompañados de un compañero con experiencia. Por supuesto, esto es importante para asegurarnos de que todos trabajamos según los mismos estándares». 

Para Leo y el equipo, el aseguramiento de la calidad va más allá del propio producto. «Hasta la pegatina de cada palet se pega cuidadosamente para que esté recta. Así queda mejor y es una expresión visual de la calidad. Cuando los palets salen del centro de producción, todo debe estar perfecto: todos estamos atentos a ello. Los sacos deben estar correctamente apilados y todos los formularios necesarios deben haberse rellenado».

Los fertilizantes que el viverista o el responsable del césped encargan a ICL siempre deben ser de gran calidad y cumplir lo que prometemos. Leo: «Si el fertilizante se ha desarrollado para liberar los nutrientes en las primeras fases del ciclo de desarrollo, es en ese preciso momento cuando debe ocurrir. Nuestros clientes tienen altas expectativas y nuestro trabajo es satisfacerlas. En ICL, eso es justamente lo que hacemos».

El aseguramiento de la calidad empieza con la llegada de las materias primas. Leo realiza una inspección visual para detectar posibles anomalías. En caso de duda, se pone en contacto enseguida con el laboratorio. Las materias primas aprobadas se utilizan para fabricar los productos finales. Los fertilizantes se dividen en lotes y el operador realiza controles en estos lotes continuamente durante todo el día. Se toma una muestra de cada lote de 350 sacos para el laboratorio, donde Paul Broeksmit y su equipo realizan ensayos para verificar la calidad del fertilizante producido. Una vez obtenida la aprobación, el fertilizante sale y se distribuye al cliente.  

Además, el departamento de producción de Leo lleva muestras del producto final al laboratorio dos veces al día. Leo explica: «Entre medias, también me mantengo en contacto con mis compañeros del laboratorio, por si hubiese preguntas sobre las materias primas o el producto final. Estamos en ello todo el día».

Una jornada de trabajo típica en el centro de producción empieza temprano. A las 7:00, Leo ya está revisando el proceso de producción de esa noche y del día anterior. «Si ha habido algún problema, lo miramos primero. Me pongo en contacto con el departamento técnico y los organizadores y consulto al personal de producción. Así transcurre todo el día. Mi trabajo es muy variado: desde reuniones, evaluación y resolución de problemas técnicos, hasta consultar mi planificación para verificar que los turnos están cubiertos o contratar nuevo personal».

Proceso de producción: 

Los fertilizantes que el viverista o el responsable del césped encargan a ICL siempre deben ser de gran calidad y cumplir lo que prometemos. Leo: «Si el fertilizante se ha desarrollado para liberar los nutrientes en las primeras fases del ciclo de desarrollo, es en ese preciso momento cuando debe ocurrir. Nuestros clientes tienen altas expectativas y nuestro trabajo es satisfacerlas. En ICL, eso es justamente lo que hacemos».

Cumplir las expectativas del cliente

Cuando se trata de asegurar la calidad, mantener unos productos con una alta calidad constante requiere una estrategia constante, día tras día. Por eso, ICL invierte mucho en sus empleados y en formación. Cada puesto del centro de producción tiene sus propias instrucciones. Los empleados nuevos aprenden sobre nuestras actividades operativas, procedimientos ISO y normas de prevención de riesgos laborales en cursos impartidos internamente. Leo explica: «Los empleados nuevos empiezan a trabajar de inmediato, pero siempre van acompañados de un compañero con experiencia. Por supuesto, esto es importante para asegurarnos de que todos trabajamos según los mismos estándares». 

Para Leo y el equipo, el aseguramiento de la calidad va más allá del propio producto. «Hasta la pegatina de cada palet se pega cuidadosamente para que esté recta. Así queda mejor y es una expresión visual de la calidad. Cuando los palets salen del centro de producción, todo debe estar perfecto: todos estamos atentos a ello. Los sacos deben estar correctamente apilados y todos los formularios necesarios deben haberse rellenado».

Las personas adecuadas en el lugar preciso

El aseguramiento de la calidad empieza con la llegada de las materias primas. Leo realiza una inspección visual para detectar posibles anomalías. En caso de duda, se pone en contacto enseguida con el laboratorio. Las materias primas aprobadas se utilizan para fabricar los productos finales. Los fertilizantes se dividen en lotes y el operador realiza controles en estos lotes continuamente durante todo el día. Se toma una muestra de cada lote de 350 sacos para el laboratorio, donde Paul Broeksmit y su equipo realizan ensayos para verificar la calidad del fertilizante producido. Una vez obtenida la aprobación, el fertilizante sale y se distribuye al cliente.  

Además, el departamento de producción de Leo lleva muestras del producto final al laboratorio dos veces al día. Leo explica: «Entre medias, también me mantengo en contacto con mis compañeros del laboratorio, por si hubiese preguntas sobre las materias primas o el producto final. Estamos en ello todo el día».

Siempre atentos a la calidad

Una de las principales responsabilidades del coordinador de mezclas y envasado es asegurarse de que se utilizan los materiales adecuados y evaluar la calidad de los productos. Cada día, Leo y su equipo vigilan el proceso de producción para garantizar la alta calidad de los productos. Leo: «La unidad SoftBlend mezcla los diversos tipos de gránulos de fertilizante. Como estos gránulos pueden reaccionar entre ellos, es importante usar los productos correctos en cada mezcla».

La mezcla justa de gránulos de fertilizante

Una jornada de trabajo típica en el centro de producción empieza temprano. A las 7:00, Leo ya está revisando el proceso de producción de esa noche y del día anterior. «Si ha habido algún problema, lo miramos primero. Me pongo en contacto con el departamento técnico y los organizadores y consulto al personal de producción. Así transcurre todo el día. Mi trabajo es muy variado: desde reuniones, evaluación y resolución de problemas técnicos, hasta consultar mi planificación para verificar que los turnos están cubiertos o contratar nuevo personal».

La rutina diaria en el centro de producción

En su centro de producción de Heerlen, ICL produce fertilizantes de liberación controlada. Aquí, las materias primas se transforman en fertilizantes de alta calidad, valorados por cultivadores, responsables de céspedes y jardineros paisajistas de todo el mundo. 

Y es por una buena razón: Ningún producto sale de las instalaciones sin que un equipo de expertos haya realizado controles de calidad exhaustivos, tanto en el laboratorio como en el centro de producción. Leo Bouwels es el coordinador de mezclas y envasado y lleva 23 años en ICL. Él y su equipo se encargan de controlar la calidad de los fertilizantes de ICL a diario.

 

Sin profesionales
no hay calidad

Proceso de producción: 

Operador de planta